UN 35 A 0 CON EL CUAL PERDEMOS TODOS
Este fin de semana como otros, estaba cubriendo la información de nuestras inferiores y con mucho asombro me llega un resultado que decía 35 a 0. Tengo que confesar que me sorprendió y por eso de inmediato traté de confirmar si estaba bien ese dato y ante mi asombro la respuesta fue positiva. Del asombro pase a la bronca ya que por un momento me puse en la piel del entrenador, de los pibes, de los padres que acompañaron a sus hijos a practicar este increíble deporte pero en este momento había que tratar de darle una palabra de aliento ante tremendo resultado.
No me imagino un camarín después de 0 a 35 o el entrenamiento del lunes con el técnico pensando «iran a venir y si vienen que les digo». El padre después del partido en el auto o tal vez en el micro tratando de explicarle a su hijo algo que no tiene ninguna explicación en un viaje eterno y doloroso.
Mi bronca apunta a una disparidad de fuerzas que todos conocemos pero que increíblemente no se evita separando como hasta hace poco los clubes por distintas categorías que eran oro, plata y bronce. Se que la discusión estaba centrada en no hacer pasar a los pibes por un momento «difícil» que era si perdía la categoría y bajaban de oro a plata o de plata a bronce.
Pero sin dudas me parece que es peor que reciban una goleada por una diferencia de 35 goles. Ya en la primera fecha me había sorprendido un 17 a 1 y varias goleadas escalofriantes, pero este 35 a 0 me terminó de pegar la cachetada diciéndome que algo no esta bien en nuestras inferiores y que hay momentos y situaciones que se pueden evitar. Es increíble que en la categoría Seniors entendieron lo de las diferencias de calidad entre unos equipos y otros y así se acomodaron en Oro, Bronce y Plata para evitar este tipo de goleadas y diferencias que de última a esa edad termina siendo una charla en un bar o en un asado y de eso no pasa. Pero con los pibes la cosa sabemos que no es así y el momento es traumático.
Goleadas así no les sirven a nadie, ni siquiera al que la consiguió y mucho menos al que las recibió y no dejan ningún aprendizaje.